ESPAÑA ADELANTA a ITALIA O FRANCIA EN APRENDIZAJE DE IDIOMAS

Por primera vez en años, nuestro país no se queda el último en cuestión de aprender idiomas sino que hemos superado a nuestros vecinos italianos y franceses, quienes han obtenido peores resultados según el último informe EPI (English Proficiency Index) que mide el nivel de inglés en más de 60 países.

La inestabilidad laboral y la necesidad de encontrar empleo ha suscitado que los españoles hayan perdido el miedo a los idiomas. Muchos de ellos buscan nuevas oportunidades en países como Alemania, Reino Unido, Francia, e incluso China o Japón, hecho que ha provocado un aumento de la demanda de programas de idiomas en dichos destinos para realizar una inmersión lingüística completa antes de iniciar la búsqueda de empleo.

Antiguamente, se veía el conocimiento de idiomas como algo digno de admirar; sin embargo, la situación económica y la apertura de las empresas españolas al extranjero han hecho que cambien las tornas y ahora el saber inglés es más una necesidad que un plus. Desde el punto de vista profesional, cuanto más completa sea tu formación lingüística muchas más posibilidades tendrás de ascender en tu carrera o conseguir un trabajo en España o fuera. Debido a esto, también está aumentando la demanda de cursos de inglés especializado en sectores como la medicina, la ingeniería, o la administración, entre otros.

Aunque lo idóneo sería dominar el inglés y tener además conocimientos de más idiomas, la realidad es que los españoles aún vamos paso a paso en esto de aprender nuevas lenguas. Pocos son los que pueden asegurar que dominan a la perfección la lengua de Shakespeare, y mucho menos que puedan afirmar que además saben hablar otro idioma a parte del inglés. Sin embargo, sí es cierto que los idiomas están ganando cada vez más terreno y se afianzan dentro de los objetivos y propósitos de los españoles de cara a este 2014.

Si continuamos en esta línea, nos convertiremos en profesionales más completos y con más opciones a un futuro mejor. No desistas, y ¡ánimo!.