LA CONQUISTA DEL INGLES


LA CONQUISTA DEL INGLES

Con sus obras dignifica un idioma que por aquel entonces era tabernario y abrupto para convertirlo en la extensa forma de expresión hoy en día.

Para un joven inquieto en 1587 salir de Stratford-upon-avon, era una aspiración muy normal. Iba montado en una caravana de cómics dejando atrás su futuro como heredero del taller de guantes paterno, entendible. 

Dejó mas o menos con lo puesto a la mujer con la que se casó junto a su hija en brazos, duele mas, o motiva, según…

Los miembros de la compañía Los Hombres de la Reina e preguntaron ¿sabes escribir obras de teatro?, pero ante todo ¿sabes escribirlas deprisa? 

Probó el oficio de actor pero necesitaban un voluntario para cada uno de los intérpretes se aprendiera leyendo y con buena letra sus papeles.

 

William Shakespeare salió de su guarida sin aspiraciones para conquistar todos los caminos que le plantarían en Londres. Influyó el impacto que Edward Alleyn y Marlowe.

 

La bofetada que le proporcionó  la capital donde el paisaje común eran los cuervos picoteando las cabezas clavadas en lanzas de los ajusticiados en mitad del ruido de los carruajes, los gritos, las peleas…Había que aprender a convivir con ello y con la seguridad de que la mejor forma de llenar el estómago era a base de una dieta de pan enjuagado en cerveza dentro de sus apestosas y oscuras tabernas.

 

Aparte de los vicios, los londinenses demostraban buen oído y mejor disposición para el teatro. Tanta inmundicia requería una válvula de escape. 

“Sé que tengo el cuerpo de una mujer débil y frágil, pero poseo el corazón y el estómago de un rey y, además de un rey de Inglaterra”. Así se chuleaba la hija de Enrique VIII y Ana Bolena en plena tensión con España.

William aterrizó en mitad de ese ambiente expansivo. Con la intención de sacudir la escena, promover así el Shakescene , y alumbrar un nuevo teatro de potencia expresiva arrolladora, con un cuidado por la acción, la introspección para lucimiento de los actores y un lenguaje nunca vistos… Ni oídos. Los ingleses, al contemplar los inventos de aquel Shakespeare comenzaron a encontrar su centro y a disfrutar del orgullo de su lengua, sostiene el escritor Anthony Burgessen su biografía.

 

Cursos de Idiomas DESTACADOS